La religión debe contribuir a la solución del problema social, pero no sola.
La constitución atomista individualista ha de ser substituida por el impulso libre social amparado por el Estado.
La función del Estado sólo debería entrar en juego cuando fallasen las organizaciones sociales tomando una serie de medidas.
José Canalejas defendió un intervencionismo del Estado en asuntos sociales, lo cual le lleva a no rechazar el término "socialismo", al cual debería acogerse, según Canalejas, el Partido Liberal.
Se declaró reformista con la renuncia del liberalismo clásico y la aceptación de un nuevo socialismo.