Este bosque provee a los lugareños, que pertenecen al grupo étnico de los dagbani, de las semillas y hierbas que utilizan en sus rituales sagrados y como plantas medicinales.
Se dice que Kpalevorgu protegió a las familias que llegaron a este lugar hace tres siglos huyendo de las invasiones, y frente a los esclavistas árabes que recorrían esta ruta.
En la actualidad, se organiza un festival, el Durbar, para adorar y celebrar rituales en honor a este dios.
En él se dan gracias a Kpalevorgu por la prosperidad recibida.
En la comunidad de Malshegu, el líder religioso más importante se denomina Tindana, una mujer que se encarga de la distribución de la tierra, seguida por Kpalna, el sanador, protector del bosque sagrado y único que puede entrar en el bosque a buscar plantas medicinales, salvo durante los dos festivales Durbar, en que todos los lugareños pueden entrar con la supervisión del Kpalna.