Konstanty Rokicki

La pareja tuvo una hija, Wanda Rokicka (1938-2008) que se convertiría en empleada de la ONU en Ginebra.En 1931 se unió al servicio consular del Ministerio de Relaciones Exteriores.Rokicki y Kühl sobornaron personalmente al cónsul honorario paraguayo, el notario bernés Rudolf Hügli, para obtener pases en blanco que Rokicki llenó con los nombres de los judíos polacos.La organización afirmó en ella que, sin sus actividades, no sería posible salvar a "muchos cientos de personas"”.[5]​ La mayoría de los pasaportes paraguayos que se encuentran en archivos privados de sobrevivientes del Holocausto contienen la misma escritura a mano que apartiene a Rokicki..