Entró en el servicio civil de la Cisleitania en Praga y después trabajó en el k.k.
El Príncipe Konrad intentó movilizar los votos de los representantes italianos en el Consejo con el bloqueo "eslavo", pero no tuvo éxito en alcanzar una mayoría.
Dimitió en el plazo de un mes y retornó a Trieste.
Se dejó en manos de su sucesor Max Wladimir von Beck el conseguir aprobar la nueva ley electoral.
Como ministro, desarrolló planes para reorganizar la monarquía dual austrohúngara en una federación de cuatro grandes estados: la propia Austria, Hungría, Polonia (Galicia), e Iliria (es decir Croacia-Eslavonia, Bosnia y Herzegovina y Dalmacia).