Cuando este intenta reclutar compañeros difundiendo la existencia del club, Kudō Chika anuncia que se unirá.
Kudō es conocido como un delincuente juvenil que cambió de actitud gracias a su abuelo y desarrolló pasión por el koto.
Otro de los miembros nuevos es Satowa Hōzuki, considerada una prodigio del cordófono.
Conforme pasa el tiempo, más miembros se unen por razones distintas, conociéndose unos a otros, haciendo nuevas amistades y romances, pero todos bajo el mismo objetivo de tocar en la competición nacional de koto.
Pasó la infancia sin amigos y eso lo hizo un delincuente, por lo que finalmente fue echado de casa por su padre.
Por su personalidad choca constantemente con Satowa, la chica prodigio, y ha fijado como meta alcanzarla, aunque con el tiempo desarrolla sentimientos hacia ella.
Es una chica trabajadora y siempre intenta comprender el lado artístico de las piezas que interpreta, buscando ser mejor.
Intentó alejar a su nieto de las peleas y lo introdujo al mundo del koto.
Siempre lo trata como un fracaso y una decepción de persona, sin embargo, su actitud cambia cuando su hermano lo enfrenta y le dice que no hable de lo que no sabe.