El kirie o kirieleisón (en griego antiguo: Κύριε ἐλέησον, romanizado: Kýrie eléison, lit. 'Señor, ten piedad') es el nombre común de una importante oración de la liturgia cristiana, también denominada «Señor, ten piedad»: Kyrie es el caso vocativo del sustantivo griego κύριος y significa «¡Oh Señor!», mientras que eleison, en griego ἐλέησον, es imperativo aoristo del verbo ἐλεέω «compadecerse».
Kyrios se refiere a Dios, En los Salmos (6,3; 40,5.11) y Profetas (Is 33,2; Bar 3,2) encontramos esta misma invocación.
Por medio de ella se rendía honor, homenaje y reconocimiento a aquel que era poderoso.
Aquí está la respuesta del pueblo a las diversas Synaptai (letanías) cantadas por el diácono (Brightman,"Eastern Liturgies", pp.
Es cierto que la liturgia en Roma fue en un tiempo dicha en griego (aparentemente hasta finales del siglo II).
De este canon se desprende que la forma fue introducida a Roma e Italia (¿Milán?
E. Bishop (en el "Downside Review", 1889) nota que este concilio representa un movimiento romanizador en Galia.
Además en las Misas diarias excluimos algunas cosas que se dicen usualmente; decimos Kirie Eleison y Christe Eleison, de modo que podamos detenernos más en esas palabras de la oración" (Ep.IX in P.L., LXXVII, 956).
Parece inevitable relacionar el Kirie Eleison en la Misa Romana con una letanía original.
Su lugar corresponde exactamente a donde ocurre como parte de una letanía en la liturgia sirio-bizantina; aun es cantado siempre al inicio de las letanías en el rito romano también, y San Gregorio se refiere a "algunas cosas usualmente dichas" en conexión con él.
Así la última cláusula (Kirie Eleison, repetido tres veces; Christe Eleison, repetido tres veces; Kirie Eleison, repetido tres veces) es cantada a medida que el celebrante dice las primeras oraciones de la Misa, y corresponden en cada caso a nuestro usual Kirie.
Así también en las ordenaciones la letanía se canta hacia el inicio de la Misa.
Y cuando lo han completado nueve veces, él indica que deben detenerse".
A los comentadores medievales les gusta relacionar la invocación nónuple con los nueve coros de ángeles (Durando, "Ra tionale", IV, XII).
Desde una época muy temprana la solemnidad del Kirie estuvo marcada por un largo y ornado canto.
Como un ejemplo de estos innumerables y a menudo largos acompañamientos, este comparativamente breve del misal de Sarum puede servir: Kyrie, rex genitor ingenite, vera essentia, eleyson.
Kyrie, expurgator scelerum et largitor gratitæ quæsumus propter nostrasoffensas noli nos relinquere, O consolator dolentis animæ, eleyson (ed.
Señor, Aliento del Padre y el Hijo, en Quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros.
El Misal Reformado de Pío V ha abolido estos y todos los demás acompañamientos del texto litúrgico.