Además llevan en su mano una verga de espuma con la que golpean a niños (y no tan niños).
Antiguamente esta verga estaba realizada con cuero o con una vejiga animal, curtida e inflada[1].
[2] El origen de los kilikis se remonta al siglo XVI.
Más tarde, a mediados del XIX, les nombraban como cabezudos e incluso como bocaparteras.
El origen de la palabra kiliki es desconocido, aunque algunos autores apuntan a que proviene del euskera kili-kili, que se traduciría como cosquilla, moscorra, curda.