Consiste en un par de bloques de madera con sonajas o crótalos (kartales, propiamente dicho).
El ejecutante sostiene este par en una sola mano.
Se pueden percutir juntas a velocidad rápida para hacer complejos patrones rítmicos.
Consiste en un par de piezas de madera dura y delgada, usando un par por mano, que producen un sonido similar a las castañuelas.
Consiste en un par de crótalos o címbalos de metal, usados para acompañar cantos devocionales.