[2] A finales del siglo XIX se pudo apreciar el inicio de un interés en la transcripción del folclore, pero los que mantenían los registros fueron inconsistentes en la ortografía y a menudo anglicanizaban palabras que pudieron resultar en diferentes nombres para el mismo espíritu.Los folcloristas, quienes definen a los kelpies como espíritus que viven junto a los ríos, haciendo la distinción con el caballo de agua celta que reside en los en las orillas de los lagos (each-uisge), incluyen al ministro de Tiree del siglo XIX John Gregorson Campbell y a los escritores del siglo XX Lewis Spence y Katharine Briggs.[4][5] Aunque esta distinción no es aplicada universalmente; Sir Walter Scott, por ejemplo afirma que la distribución de los kelpies puede extenderse hasta los lagos.Otros asignan el término kelpie a una gran variedad de criaturas míticas.Se han observado paralelismos con el nixe germánico y al bäckahäst escandinavo; Nick Middleton señala que "el kelpie del folclore escocés es directamente paralelo con los [sic] bäckahästen [del folclore escandinavo]".El kelpie mitológico es descrito usualmente como un caballo hermoso y poderoso negro, que habita en la profundidad de los ríos y los arroyos de Escocia, cazando a los humanos que se encuentra.Se dice que la criatura que habita en Glen Keltney en Perthshire es un kelpie, por el folclorista del siglo XX Katharine Mary Briggs,[2] y hay una historia similar ambientada en Perthshire tiene a un each uisge como el culpable y evita la decoración del niño pequeño.[20] En los mitos, a los kelpies usualmente los describen como criaturas solitarias, pero en un cuento de hadas registrado por John F. Campbell en Popular Tales of the West Highlands (1860) toma una perspectiva diferente.[22] Citando a la misma narrativa, Jennifer Westwood, autora y folclorista,[23] utiliza la descripción kelpies de agua, agregando que en su opinión "los kelpies, aquí y en algunas otras instancias, es utilizado en un sentido poco estricto para denotar algo como demonios'".Una de las pocas historias que describen a la criatura en forma femenina es Conon House en Ross and Cromarty.[25] Gregor describió a un kelpie adoptando el aspecto de un viejo decrépito que balbuceaba para sí mismo continuamente mientras se sentaba en un puente cosiendo unos pantalones.El kelpie inmediatamente regresa a su forma equina y la muchacha se refugia en la granja de su padre, donde trabaja por un año.[27] La llegada del cristianismo en Escocia en el siglo VI resultó en el registro de algunas creencias y cuentos populares hecho por escribas, usualmente monjes cristianos, en vez de ser perpetuados por tradición oral.[28] Un cuento popular describe como el terrateniente de Morphie capturó un kelpie y lo utilizó para construir su castillo.La maldición que sentenció antes de irse – "Sair back and sair banes/ Drivin' the Laird o' Morphies's stanes,/ The Laird o' Morphie'll never thrive/ As lang's the kelpy is alive" (ser miserable hasta que el kelpie muriera) – formó la creencia popular de que la extinción de la familia del terrateniente fuera por esta maldición.Si el kelpie ya usaba una brida, un exorcismo podía ser logrado al removerla.[31] Justo como con los hombres lobos cinemáticos,[32] un kelpie puede ser asesinado al dispararle con una bala de plata, después esto, el kelpie consistirá en "una masa suave similar a medusas" de acuerdo con un testimonio publicado por Spence.[2] Las historias también se usaban para imponer estándares morales, pues implicaban que las criaturas tomaban represalias contra la mala conducta llevada a cabo los domingos.
The Kelpie
por Thomas Millie Dow, 1895
Bestia picta mostrada en un dibujo de líneas en la Piedra de la Dama.