Kazuya Mishima

Kazuya se ve poseído por este gen, despertando una personalidad cruel y despiadada.

A raíz de la caída que sufre a manos de su padre, Kazuya posee una gran cicatriz en el pecho que le cubre desde la parte superior del pecho izquierdo hasta el bajo vientre.

Tras ser arrojado a un volcán por Heihachi al final del videojuego Tekken 2, Kazuya adquiere una serie de cicatrices por todo el cuerpo.

La manifestación de la posesión del Gen Diabólico se da en su ojo izquierdo, al adquirir su iris un tono rojo.

Aun así, hay notorias relevancias entre el personaje de Kazuya y Vegeta.

Este argumento se ha mantenido durante toda la saga hasta la llegada de tekken 7. la verdadera razón por la cual Heihachi arrojó a Kazuya por el acantilado se debe a que tiempo después de que el matara a su esposa Kazumi en defensa propia, posteriormente a que ella le dijera sus verdaderas intenciones de matarlo y revelar ante el su lado demoníaco herencia del linaje Hachijo, Heihachi pensó que su hijo también heredó la maldición del gen diabólico por lo cual decide arrojar a kazuya por el acantilado para despejar sus dudas al respecto después Kazuya moribundo, despertó por primera vez su Gen Diabólico, herencia de su madre Kazumi y de los Hachijo lo que le permitió sobrevivir a la caída.

Kazuya juró vengarse de su padre algún día, y empezó a entrenar para ello.

En el torneo, Kazuya derrotó a su viejo rival, Paul Phoenix, tras una dura pelea.

Sin embargo, Devil triunfa y se apodera del cuerpo de Kazuya.

Heihachi, sospechando que la Corporación G podría haber hallado una nueva misteriosa forma de vida, envía a las Fuerzas Tekken a atacar las bases de la Corporación en Nebraska y en Nepal.

En Nepal, los soldados de las Fuerzas Tekken son brutalmente rechazados por el propio Kazuya, que lanza un desafío abierto a su padre.

En el torneo, Kazuya debía enfrentarse a Jin Kazama, su hijo, pero este no acudió al combate.

Sabiendo que Heihachi estaría detrás de su desaparición, acude al combate final.

Kazuya derrota a Raven y lo interroga, averiguando que Jinpachi Mishima, su «difunto» abuelo, está detrás del torneo.

Por entonces, la Mishima Zaibatsu (dirigida por Jin Kazama, que había salido vencedor del anterior torneo) estaba lanzando una invasión a escala global.

Este poder era Azazel, una entidad maligna cuya existencia significa la mera destrucción del mundo que surgiría cuando dos fuerzas demoníacas (Kazuya y Jin) se enfrentaran.

[3]​ Kazuya pretendía tomar este poder para sí mismo, pero es detenido por Lars Alexandersson, líder de las fuerzas rebeldes de las Fuerzas Tekken que se oponían tanto a la Mishima Zaibatsu como a la Corporación G. Kazuya y Lars pelean, dándose cuenta Kazuya que Lars posee sangre Mishima; tras una pelea inconclusa, Kazuya se marcha, pero advirtiendo a su medio-hermano que el destino de los Mishima es pelear y destruirse entre ellos.

Concentrando toda la rabia que siente por su progenitor, Kazuya lanza un puñetazo al estómago de Heihachi, consiguiendo noquearlo.

Kazuya carga entonces con el cuerpo inerte de su padre y lo arroja al cráter del volcán, mientras pronuncia las palabras que su padre le enseñó de niño: «Una pelea consiste en ser el último en quedar en pie.

Sin embargo, en algún lugar, Jin Kazama se prepara para acabar de una vez por todas con su padre.