[2] No pudo terminar la carrera, aun así disputó y terminó en los siguientes cinco grandes premios en los que compitió, siendo su mejor resultado el quinto puesto en el Gran Premio de Finlandia.
Al final de la temporada, el piloto sudafricano terminó 12.º en la clasificación.
[3] Para el campeonato mundial de 1981, la KR500 presentó un chasis más rígido y liviano junto con un cárter de magnesio y una suspensión delantera anti-inmersión.
La KR500 tuvo más éxito compitiendo en el campeonato nacional británico ACU 500cc de 1982, donde Ballington ganó seis carreras consecutivas en su camino al título con Kawasaki.
Después de tres años de desarrollo, Kawasaki no había logrado cerrar la brecha tecnológica con sus rivales japoneses Honda y Yamaha.