[1] Nació en un pueblo alemán en una familia de campesinos.
Tenía ocho hermanos, y ya de pequeña manifestaba una vocación religiosa y un énfasis particular en la Biblia y el libro “Imitación de Cristo”.
Era una niña enfermiza y faltaba bastante a clases, pero sacó sus estudios y ayudó a su familia en el agro antes de meterse a monja.
Su congregación se trasladó a los Países Bajos en 1859.
El Papa Pío IX reconoció la orden como legítima el 9 de marzo de 1860 en un decreto papal, pero la aprobó formalmente León XIII en 1890.