Este yacimiento arqueológico está situado en una colina desde donde se podían controlar las vías de acceso hacia el monte Otris y con acceso a abundantes fuentes de agua.
Consta de un asentamiento que estuvo habitado en la Edad del Bronce, desde finales del periodo heládico antiguo III, que tuvo su apogeo en el periodo heládico medio y fue abandonado al principio del heládico reciente, aunque fue reocupado brevemente al final de este periodo.
Además, se han hallado algunos restos de edificios del periodo clásico.
Se han encontrado restos arquitectónicos de todas las fases del heládico medio.
Entre los hallazgos restos arquitectónicos del periodo heládico medio III se han encontrado cinco tumbas de cista donde fueron enterrados niños.