Kartir

Kartir fue un personaje político y religioso persa del siglo III que jugó un importante papel al comienzo de la dinastía sasánida.

Kartir fue probablemente el instrumento de la promoción de la causa mazdeista, en oposición al zurvanismo, la otra rama del zoroastrismo, en la inscripción de Naqsh-e-Rajab, en la que se expone que hay un cielo y un infierno, contradiciendo los principios fatalistas del zorvanismo.

Sin embargo, fue en el reinado de Sapor I, con Kartir ya designado consejero, cuando el zurvanismo parece haberse desarrollado como culto, y esta contradicción aparece como el principio de una disputa escolástica.

[1]​ Simultáneamente, Kartir es también considerado como la fuerza significativa en el movimiento iconoclasta que resultaría en la pérdida del favor del culto a las reliquias, una forma extraña a la tradición religiosa indo-irania, que fue heredada de los babilonios, e introducida siete siglos antes por Artajerjes II como instrumento recaudador de impuestos.

Kartir no está atestiguado en fuentes distintas de sus propias inscripciones, en Ka'ba-i-Zartosht, Naqsh-e Rostam, y en Naqsh-e-Rajab.

Inscripción de Kartir en Naqsh-e-Rajab.