Luego estudió derecho desde 1813 hasta 1817 en la Universidad Halle-Wittenberg y se presentó como voluntario en 1815 mientras estudiaba para participar en la guerra contra Napoleón Bonaparte.
En forma anexa Immermann hizo una carrera judicial, primero como Consultor externo en Oschersleben (1818), luego como Referendar en Magdeburgo (1819), Auditor en Münster (1819–24), Juez del Crimen en Magdeburgo (1824–27) y finalmente como juez consejero de los tribunales estatales en Düsseldorf (1827–40).
Escribió dramas históricos y comedias, e incluso tragedias para ser leídas como Merlín (1832), sobre el tema de Fausto.
Su obra en prosa eas muy variada (practicó todos los géneros literarios: libros de viajes, reseñas, traducciones) y está influida en un principio por románticos como Ludwig von Tieck y Goethe, aunque fue encaminándose hacia el Realismo burgués; así en su bildungsroman o novela de aprendizaje Die Epigonen (Los epígonos, 1825/1836) postula que las doctrinas clásicas no son sino una imitación de los tiempos presentes, que nunca podrán reproducir fielmente.
Por ello su obra procura ser costumbrista y describir los cambios que se van produciendo como consecuencia de la industrialización y el éxodo del campo a la ciudad, así como la impotencia de la nobleza rural que ve desmoronarse definitivamente su mundo.