Inició sus estudios, pero los abandonó, quizás siendo influido por el crítico literario danés Georg Brandes.
A partir de 1892 vivió en Alemania donde escribió varias obras en alemán.
Sus primeras novelas, Ung Dansk (Joven danés, 1879) y Germanernes Laerling (Discípulo de los teutones, 1882), eran consideradas autobiográficas y acusaban la influencia del determinismo crítico de Brandes.
A esta siguieron varias obras con temas revolucionarios, como St.
En 1917, junto con Henrik Pontoppidan, ganó el premio Nobel de Literatura, que le fue otorgado en reconocimiento de su «variada y rica poesía inspirada en altos ideales».