Sus profesores eran conscientes de su talento artístico y le alentaron a seguir este camino.
En 1918 desempeñó labores de artillero en el frente durante la Primera Guerra Mundial.
Fue galardonado con un segundo Premio en Kassel, por el diseño de un monumento a los caídos para la ciudad que lo adquirió.
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1939, estuvo destinado en Francia.
Su unidad estaba en el frente oeste, y se dirigió en 1940 a la región del Loire.
Se instaló de nuevo en su ciudad natal, donde vivió hasta su muerte.