La localidad es muy conocida en el mundo de la pintura tradicional balinesa, porque están inspiradas en el estilo kamasan, que a su vez toma patrones, en sus inicios, de la antigua cultura javanesa, en los juegos de sombras wayang kulit, usando figuras bidimensionales para representar episodios de las mismas épicas religiosas e históricas que se representaban en los escenarios.
Fueron utilizados principalmente para decorar los tribunales y palacios de los rajá que existieron en Bali hasta principios del siglo XX.
En la década de 1920, el colonialismo holandés comisionó a los artistas kamasan restaurar las partes dañadas del palacio de Klungkung, concretamente en los pabellones Kerta Gosa y Bale Kambung.
Además de la pintura, con numerosos talleres también hoy día, otras artes que se desarrollan en Kamasan son la danza, la música, los títeres, la artesanía en oro y plata.
Los orfebres están ubicados en otro barrio, el Banjar Pande Mas.