Kagura de Hayachine

[1]​ Estas danzas teatrales ejecutadas por bailarines enmascarados al son de tambores, címbalos y flautas, se realizan en honor de Seoritsu, deidad tutelar del Monte Hayachine y venerada en su santuario.

), narrada en la leyenda de las tres hermanas, está en concordancia con las historias propagadas por vía ascética en los lugares donde la montaña es sagrada (reizan) en Japón, como es el caso del monte Hayachine.

Las siguientes cinco cuentan leyendas del Japón medieval y sus deidades y la danza final es realizada por un bailarín representando a un shishi, criatura fantástica parecida a un león, que sería la personificación del dios de la montaña de Hayachine.

[2]​ Esta tradición se remonta al siglo XIV o XV y fue influenciada por las prácticas de los kagura de los yamabushi, los ascetas budistas retirados en las montañas.

Las danzas también se practican en otras épocas del año y en otros lugares diferentes al santuario de Hayachine, pero rara vez se representan con el ciclo completo, que dura aproximadamente cinco horas.