En 1894, Heinrich Porges pidió a Humperdinck que escribiera música incidental para la obra de su hija Else.
Humperdinck estaba interesado en hacer que la historia se hiciera una ópera pero puesto que Else Bernstein-Porges inicialmente lo rechazó él optó porque la obra se representara como un melodrama - esto es, con diálogo hablado al mismo tiempo con un telón de fondo musical.
(La obra también incluía arias y coros de ópera, así como diálogo sin acompañamiento.)
Con esta notación, el cantante se esperaba que entregara una porción sustancial del texto con melodías aproximativas.
Sin embargo, Else Bernstein-Porges finalmente cedió en 1907 y se mostró conforme en que Humperdinck transformara la obra en ópera.