[2] Año 31 a. C. Manio Sempronio, un acomodado patricio romano, mata sin querer a un senador y es condenado a muerte.
Así es enviado como legionario a Tracia, la tierra donde su padre, El Magnífico, forjó su leyenda como militar.
A la carga de recuperar el honor familiar, hay que sumarle que le acompaña su esclavo Agorastocles: un amigo, un hermano... Otra carga.
Éste tiene ambiciones propias que, como todo esclavo, sólo puede vivir a través de su amo.
El campamento es gobernado por el General de la Legión, Cneo Valerio, un anciano al cuidado de su hija Valeria, mujer acostumbrada a los tejemanejes de Roma que lleva a su padre por donde quiere.