Presto el servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial y fue destinado a Rusia.
En ese entonces solamente había 5 sacerdotes en la diócesis de Matagalpa tomando en cuenta a los 4 frailes misioneros, ante esta situación los frailes se preocuparon y se esforzaron por promover las vocaciones religiosas habiendo logrado una formación de un sacerdote franciscano nicaragüense, un novicio y 2 hermanos laicos.
[3][4] Monseñor Barni fue el gran promotor del progreso de Juigalpa, encunetando, adoquinando y haciendo calles nuevas.
[5] En ese mismo año monseñor Barni deja la diócesis de Juigalpa y los trabajos en catedral fueron suspendidos, solamente estaban construidas las dos terceras partes y la primera torre casi terminada.
Quien finalizó la construcción de las torres y los atrios fue el nuevo obispo de la diócesis monseñor Pablo Antonio Vega Mantilla, quien siempre reconoció que la ciudad tenía catedral gracias al trabajo y aporte de monseñor Barni.
Monseñor Julian junto a otros frailes visitaban los centros más importantes de las parroquias administrando los sacramentos y ayuda espiritual con su constante comunicación y el carisma que los caracterizaba fueron conquistando el corazón de las personas.
Fue el fundador del centro pastoral diocesano La Cartuja, centro que presta servicio a diferentes comunidades para llevar a cabo retiro y encuentros de movimientos cristianos católicos del departamento de Matagalpa.