Un año más tarde, buscado por delitos de «antimilitarismo» y «lesa majestad», huyó a París, donde se convirtió en un «revolucionario profesional», agente de la Komintern con sueldo y destinado en París.
Simpatizante de la izquierda comunista, identificada al principio y luego muy crítica con Trotski, rompió relaciones con la III Internacional en 1929.
Durante la Guerra Civil se trasladó a Barcelona para dirigir el diario La Batalla, portavoz del POUM.
Con él intentó una reformulación del socialismo revolucionario y juntos, acompañados además por Marceau Pivert y Paul Chevalier, publicaron el ensayo Los problemas del socialismo en nuestro tiempo, editado en 1944.
El Campesino era prácticamente analfabeto según Burnett Bolloten[5][6] y Marta Ruiz Galvete,[7] por lo que se ha sugerido una posible autoría de Gorkin en la autobiografía del militante comunista, más allá de la simple transcripción.