Estos juegos, habitualmente mediados tecnológicamente, aparecen y se categorizan como tal a principios del siglo XXI y son el resultado de la convergencia del campo de la computación ubicua y el diseño de juegos experimental.
Los juegos ubicuos tienen uno o varios rasgos determinantes que amplían el contrato tácito del círculo mágico del juego, bien a nivel social, espacial o temporal.
[2][3][4] Son populares los videojuegos basados en la ubicación, que utilizando normalmente el teléfono móvil como soporte, requieren que el jugador se desplace por su entorno físico para progresar en sus objetivos.
El aprendizaje, sin embargo, está relacionado con los objetivos de los diseñadores del juego.
Los temporalmente ampliados se entrelazan con las vidas cotidianas de los jugadores.