Dependiendo de la casilla en la que se caiga, se puede avanzar o por el contrario retroceder, y en algunas de ellas está indicado un castigo o un premio.
Gana el juego el primer jugador que llega a la casilla 63, «el jardín de la oca».
Las primeras versiones comerciales del juego aparecieron en la década de 1880 y estaban decoradas con motivos alusivos a la época, como por ejemplo niños con vestidos del momento.
Cuando caes en esta casilla no puedes tirar hasta que caiga otro jugador.
Si hay dos jugadores en el pozo, el que cae segundo puede seguir jugando y el primero debe permanecer.
Aunque en otras ocasiones pierdes 4 turnos también en otras variantes se ignora la casilla del laberinto y a la hora de caer en ella no te sucede nada.
Existe una versión relacionada con los juegos de beber, llamada: Ocalimocho.