Juan de Molina y Entrena (1579 - 1652) fue un fraile español al que se le atribuyen curaciones y otros actos milagrosos.
[1] En efecto, comenzó los estudios de Artes y Teología, con un aprovechamiento tal que después fue maestro en ambas facultades, con el grado de Justicia.
En 1639 realizó otra expedición, esta vez a Argel, acompañado en esta ocasión, por Fray Miguel Miralles, del Reino de Valencia, regresando con 114 esclavos que liberó con su propio dinero.
En el convento de San Lázaro, donde residía, construyó con limosnas la capilla del Cristo Ecce Homo, según carta manuscrita, pidiendo ayudas, entregada a Fray Agustín Genzor, natural también, de la Villa de Carenas, como igualmente era de esta población, otro compañero del Real Monasterio, Fray Francisco Higueras, que tomó el hábito en junio del 1642.
Fue enterrado inicialmente «en el Panteón de los Ilustrísimos Patrones de su Templo y en este lance llegó á manifestarse el amor y aprecio de que se había hecho acreedor» para ser luego trasladados sus restos a la capilla del Cristo Ecce Homo.