Joan Pujol

[2]​ Una vez aceptado por los alemanes estableció una falsa red de espías e hizo pequeños trabajos para estos, tales como retransmitir códigos por radio, y volvió a ofrecer sus servicios al MI5, siendo esta vez aceptado, ya que el servicio de inteligencia británico había controlado sus pasos y conocía su situación (aunque esto él nunca lo llegó a saber).

Para dar énfasis a su historia inventada, incluso tuvo que fingir la muerte de ese agente y hasta una esquela falsa fue publicada en un diario local.

De esa forma, los alemanes creyeron su historia y hasta pagaron una pensión a la viuda del agente muerto.

Existe información sobre este espía en el Imperial War Museum de Londres, que incluye material sumamente sensible desclasificado.

Durante décadas se le dio por muerto, incluso su primera mujer y dos hijos que tuvo con ella lo creían así.

A veces, comentaba, en familia, medio en broma, que había sido un espía pero nadie le creía y se burlaban de él.

West intuyó que Pujol podría seguir vivo y se dedicó a su búsqueda consiguiendo al fin encontrarlo.

Naturalmente visitó su ciudad natal, Barcelona, allí tuvo un encuentro con los hijos de su primer matrimonio que le consideraban muerto.

Pujol murió en Caracas en 1988 y está enterrado en Choroní, su querida población costera muy próxima al Parque nacional Henri Pittier.

Pasaporte de Pujol en Venezuela.