Con el paso de los años su obra continúa profundizando en el conceptualismo y adquiere un tono más activista.
En 1975 reinició su actividad plástica volcado a un marcado realismo, con Augusto Schiavoni y Manuel Musto como referentes.
Para 1985 representa objetos cotidianos en un lenguaje expresivo de tono dramático.
En 1990 montó en el Centro Cultural Recoleta la instalación Superficies y iluminadas.
Su obra fue expuesta en museos y galerías de toda Latinoamérica, España, Bélgica e Inglaterra.