Juan Bautista Istilart

El empresario decidió incorporar como tenedor de libros al joven Juan Bautista, que por entonces tenía 20 años y se había convertido en amigo de Mayolas y su familia.

Su familiaridad con las tareas del campo y su afán por simplificarlas y hacerlas más seguras para los obreros lo impulsaron a desarrollar dos años más tarde su primer invento, el embocador giratorio para trilladoras, una herramienta que facilitaba el traslado de las gavillas de la parva a las bocas de la máquina.

El producto, que se empezó a comercializar hacia 1903, se convirtió en todo un éxito, vendiéndose 53 unidades durante su primer año en el mercado y 4500 al cabo de una década.

Durante la Primera Guerra Mundial la industria local se vio beneficiada con un incremento de la producción.

El industrial vasco francés tenía 66 años y todavía se encontraba en plena actividad.

En el acto de sepelio pronunciaron emotivos discursos autoridades locales y representantes de las entidades que Istilart había fundado y otras instituciones en las que había sido un ferviente benefactor.