Estuvo en el club hasta 1956, por once años seguidos en los que disputó 210 partidos de Liga y marcó 136 goles.
Una leyenda cuenta que en 1965 cuando Juan Araújo "perdió" a su hijo tras una larga enfermedad.
Justo en este mismo año se protagonizaron en Sevilla lo conocido como las Misiones Populares, es decir, actos en los que varias imágenes de la Semana Santa salían del casco histórico para hacer un recorrido a lo largo de toda la ciudad.
Concretamente al Cristo del Gran Poder le correspondió la zona de Nervión donde Araújo había montado un taller.
En un primer momento se dirigieron a la iglesia más cercana pero al llegar, ésta estaba cerrada.