Juan Aparicio López
La muerte de su padre en 1921, cuando tenía catorce años, le obligó a afrontar tempranas responsabilidades en una familia donde no abundaban los recursos económicos.Entra en contacto con Ernesto Giménez Caballero y su revista, La Gaceta Literaria, a la que ya había enviado crónicas desde su Guadix natal.[4] Próximo políticamente al comunismo, a partir de 1930 evoluciona hacia la ideología fascista.Se le atribuye un papel relevante en la creación de elementos emblemáticos y consignas del movimiento fascista español.se va abriendo un hueco en la prensa nacional, con su colaboración en los diarios El Sol e Informaciones.Allí lo encuentra Ernesto Giménez Caballero y lo lleva a Salamanca,[8] donde está radicado el Cuartel General de Franco, para integrarlo en el rudimentario aparato de Prensa y Propaganda que está organizando a las órdenes del general Millán Astray.En la capital del Tormes Aparicio dirige el diario La Gaceta Regional, sin mostrar —según Ridruejo— demasiado interés en reintegrarse a la militancia falangista.[9] Desde 1939 fue una figura clave en la reorganización de la prensa del régimen franquista, en el que ostentó relevantes cargos políticos.«Entonces —recordaría años después Ridruejo— cultivaba su parecido con el Napoleón grueso de la época imperial.[16] En 1946 es nombrado director del diario Pueblo, cargo en el que permanece hasta 1951.