Esto le convirtió en uno de los más poderosos nobles del condado.
La posesión de Salins, con sus salinas, otorgó a Juan los recursos necesarios para extender sus territorios.
Para proteger las rutas comerciales, construyó los castillos de Le Pin, Montmahoux, Saint-Anne, Arguel, y Nozeroy, donde residía habitualmente.
Para evitar los impuestos establecidos por el conde de Pontarlier, adquirió los bosques en la región alrededor de Pontarlier y Jougne, que taló y donde construyó nuevas carreteras.
[4] Tuvo tres esposas y 16 hijos.