Aunque tuvieron sus dos hijos en rápida sucesión —David, nacido en 1944, y Douglas en 1945— no todo andaba bien en el matrimonio.
[1] Además, admitió que le había sido infiel una vez más.
Mantenían hasta entonces una fluida conversación epistolar, inspirada por la obra literaria y los libros sobre cristianismo de Lewis, en los cuales Joy se sentía examinada.
[2] Todo el verano, Joy experimentó dolores en una pierna, pero los médicos diagnosticaban reumatismo.
[2] En diciembre, Lewis decidió revelar su casamiento ocurrido en el mes de abril, y sin dar ningún tipo de explicación adicional, anunció en el ejemplar del periódico The Times publicado en Nochebuena:
Los lectores asumieron por supuesto que la boda había tenido lugar en diciembre.
Ambos habían sostenido en sus escritos que los cristianos divorciados no habrían de casarse de nuevo mientras su primer cónyuge estuviera vivo, y Bill Gresham no había muerto.
[2] Pero Bill Gresham se había casado una vez antes de su matrimonio con Joy, y ellos no eran cristianos cuando contrajeron nupcias.
Según el hijo de Carpenter, su padre no se oponía al matrimonio, pero sentía que si lo aprobaba para un hombre tan famoso, resultaría asediado por una multitud de peticiones similares.
Lewis recogió sus reflexiones sobre esa experiencia en su libro titulado Una pena en observación.