Al no poder alistarse como soldado por su corta edad, realizaba servicios para el ejército republicano.
Fue capturado por los contrarrevolucionarios transportando dos caballos, y se negó a entregarlos, por lo que le mataron.
Los elogios fúnebres y la propaganda posterior (carta del general J.B.
Desmarres, intervención de Robespierre ante la Convención -"sólo los franceses tienen héroes de trece años"-) embellecieron el hecho, incluyendo la negativa del joven a gritar Vive le Roi ("Viva el rey"), a lo que se habría negado gritando Vive la Republique ("Viva la república"), heroicidad que pasó a ser considerada la causa de su muerte.
Se le cita en la canción revolucionaria Chant du départ.