Además del Ejército y la Política, también se dedicó a la docencia, ya fuera como autor de manuales escolares (Dibujo) para la educación secundaria o como organizador de cursos para la escuela de cable y sargentos del Ejército.
Caracterizado por ser un militar ultraconservador, Freitas fue llamado a incluirse al gobierno y las juntas, siendo designado en 1926 ministro de Finanzas, ya que había ocupado otros cargos públicos en su natal Madeira.
Fue designado primer ministro de Portugal, en 1928, acentuándose la disputa dentro del gobierno militar, Freitas al igual que sus predecesores ocuparía menos de un año el cargo y sería reemplazado.
Con apariciones intermitentes en la vida pública, llegó el año 1933 y se abrió el debate final para la elaboración de la Constitución portuguesa de 1933, que instauraría el Estado Novo y el salazarismo.
Freitas fue un abierto opositor a la iniciativa del nuevo primer ministro, temiendo por la formación de una Unión Nacional muy liberal para sus gustos.