Entró en el ejército como soldado raso en 1835 luchando contra el bando carlista en la primera guerra carlista.
Fue alférez en las islas Filipinas entre 1844 y 1850 y posteriormente participó en la guerra de África, a partir de la cual se benefició de un rápido ascenso en el escalafón militar.
En 1868 ascendió a general de división.
Posteriormente fue también el responsable de reprimir la insurrección del Ferrol.
Recibió el título de senador vitalicio en 1881.