Más adelante esta librería se convirtió en una importante casa editora mexicana que ha mantenido hasta la actualidad una larga tradición como elemento motor de la cultura en México.
Durante el periodo de 1886 a 1936 radicó alternadamente entre México y España muy concentrado en el primer periodo en México, sin embargo después de la Decena Trágica permanecía por periodos más largos en España, para, finalmente, en 1937, establecerse definitivamente en México, con motivo de la guerra civil española.
Más de un siglo después, estas tareas se siguen practicando dando a los bibliófilos una continuidad y un marco referencial que les ha hecho famosos.
El segundo, fue un volumen sobre Las cien mejores poesías líricas de México, publicado en 1914.
El hijo mayor de José Porrúa, José Porrúa Turanzas, creó en España una librería con su nombre, especializada en manuscritos antiguos y en libros raros de todo el mundo que ha hecho que el nombre Porrúa sea reconocido, en el ámbito de los bibliófilos, también en Europa y por los demás países hispanoparlantes.