Fue apodado como el Niño de Oro del balonmano español.
Se inició en el deporte del balonmano en el colegio de la Salle de Barcelona, pasando a defender los colores del FC Barcelona, BM Granollers, Picadero y Calpisa en su última etapa en la máxima categoría española.
La consecución de nueve ligas ―una en el Barcelona, tres en el Granollers, pasó una temporada en el Picadero consiguiendo el subcampeonato, volvió a Granollers y de nuevo ganó la liga, y cuatro en el Calpisa― y seis Copas de España engrosan su palmarés.
Considerado como el mejor guardameta español de todos los tiempos junto a Patxi Pagoaga, Lorenzo Rico, David Barrufet y José Javier Hombrados, debutó en 1967 con el combinado nacional en un España-Portugal.
En 1972 participó con la selección española en los Juegos Olímpicos de Múnich acabando en decimoquinta posición y jugando él los cinco partidos de la competición.