Y el teléfono estaba en una casilla del ferrocarril que quedaba a dos cuadras[cita requerida].
Cada vez que pasaba algo importante allá iba yo, cruzaba el alambrado y meta correr".
En esa oportunidad se hizo famoso por su forma de gritar el gol, recibiendo un premio por ello en la República Democrática Alemana.
A partir de su muerte la prueba ha sido llamada en su honor Fiestas Mayas «José María Muñoz».
Él nunca me dijo nada, pero yo supe que se movió y de eso no puedo olvidarme".