Aunque los temas siguen siendo deudores del 27, aparecen preocupaciones religiosas, propias de la época, que quedarán diluidas en sus composiciones posteriores por un tono amoral y escéptico.
Tras su regreso a Barcelona en 1961 colaboró en la revista Poesía Española, donde publicó cinco poemas ese mismo año.
En 1987, un encuentro casual con Pere Gimferrer en Barcelona dio lugar a su primera publicación, en 1990 y tras veintinueve años, de una antología de 97 poemas a la que tituló Ciudad del hombre: New York, utilizando el callejero neoyorquino para titular los poemas.
En 1996 otra editorial publicó con el mismo título esos 14 poemas junto con otros 68 inéditos y que incluye el famoso testamento-manifiesto citado más arriba («No a la transmigración en otra especie»), al que prestó su voz rota Robe Iniesta en el disco Supone Fonollosa de Albert Pla.
En 1997 se publicaría póstumamente también Poetas en la noche, crónica novelada en verso en la que refleja el mundo de la lírica contemporánea.