En 1983 defiende su memoria de licenciatura sobre John Rawls y en 1990 su tesis doctoral Justicia y Orden político en Hume, dirigida por el profesor E. Garzón Valdés.
Hasta la fecha, su trayectoria intelectual ha discurrido desde la formación y conocimiento de los clásicos hasta las cuestiones más actuales de la filosofía política y de los derechos y libertades fundamentales para retornar al estudio del pensamiento político, en este caso ya, español.
Son, pues, variadas las líneas de investigación por las que se despliega su pensamiento: la historia de la filosofía de la Ilustración, la teoría y filosofía del Derecho, la filosofía política, los derechos y libertades fundamentales y la historia del pensamiento político español.
A lo largo de su obra, puede constatarse un cierta actitud escéptica aprendida en los primeros trabajos sobre el escocés D. Hume y que le ha llevado a tomar una importante distancia hacia los fundamentalismos religiosos y su presencia en las sociedades actuales.
Puede decirse que esta actitud, así como su preocupación por el papel de la religión (especialmente, la católica) en las sociedades modernas transita transversalmente toda su obra desde el principio, explica su apuesta por los derechos y libertades fundamentales en detrimento de la tolerancia, su concepción de la libertad religiosa, de la separación Iglesia-Estado y de la sociedad laica, y su reciente interés por los heterodoxos españoles del XIX, cuyo estudio ha iniciado a partir del sevillano José María Blanco White.