José Baldo

Es venerado como beato en la Iglesia católica, cuya memoria celebra el 24 de octubre.Sus padres fueron Angelo Baldo e Hipolita Casa.Se caracterizó por sus dotes intelectuales y por su piedad.[4]​ El obispo le nombró párroco de Ronco all'Adige donde permaneció hasta su muerte.A la cabeza de esta parroquia tomó numerosas iniciativas pastorales, caritativas y sociales.