Se trasladó a la ciudad de México, D.F., donde terminó sus estudios como Ingeniero.
Esta circunstancia motivó que cuando se inició el movimiento armado en 1910, José Adolfo tuviera participación destacada como intelectual.
[1] Cuando el movimiento armado terminó la etapa violenta de la revolución y se instaló el ejército mexicano, José Adolfo Terrones Benítez se incorporó al servicio activo del ejército y en el año de 1950 recibió el grado de general brigadier.
Adolfo Terrones Benítez publicó una serie de artículos en El Legionario.
Pero que debemos entender por esta última el estar de acuerdo con la doctrina fundamental que en este caso son las enseñanzas emanadas de la masonería, sus principios, fines y métodos racionales apoyados por símbolos y alegorías, se estudia y trabaja en la construcción de una sociedad humana fundada en el Amor Fraternal.
La instrucción es muy clara en la liturgia cuando dice: iros y mezclaros otra vez en el mundo, pero no olvidaros de ser prudentes, diligentes, moderados y discretos, recordad que en esta ara habéis jurado solemnemente ayudar con cordialidad, en proporción a vuestros deberes, al hermano que necesita nuestra asistencia, que habéis ofrecido corregir sus faltas con suavidad y ayudarle en su reforma, vindicar su opinión cuando sea calumniado y surgir en su defensa en las circunstancias más favorables, aún cuando su conducta sea justamente reprensible, para que todo el mundo vea que los masones nos amamos los unos a los otros, así como la tolerancia y el amor a nuestros semejantes es un secreto cumplido de nuestros trabajos.
Se nos encarga hacer el bien a todos, con un porte amable, justo y virtuoso, vivir en estrecha unión, buscando que la paz more entre nosotros y nos una la fraternidad eternamente.
Se invita a leer, reflexionar, analizar, aprender, comprender, presentar, y debatir una idea, para finalmente ponerla en práctica fuera de las cuatro paredes que forman o contiene a la logia, la invocación dice que en un ambiente de intelectualidad y fraternidad buscaremos los senderos de nuestra propia superación.