La extensión de la jornada escolar se justificó por dos motivos básicos:[3] Esto obligaba a destinar recursos adicionales para horas adicionales de clases,[nota 1] así como invertir en infraestructura que permitiera que la misma cantidad de alumnos utilizara los colegios y liceos durante más horas cada día.
Hasta ese momento ocurría en muchos establecimientos que funcionaban en dos turnos[nota 2] y por lo tanto fue necesario invertir en equipamiento adicional.
No se constatan percepciones relevantes que imputen como efecto de la JEC un mejoramiento específico en las áreas de aprendizaje tales como lenguaje, matemáticas y ciencia.
Dentro de otros efectos positivos, otros investigadores han encontrado que la JEC ha tenido un efecto positivo en la participación laboral de mujeres solteras con hijos entre 8 y 13 años, aumentando los ingresos familiares.
[8] El estudio de García-Huidobro y Concha reporta que los resultados y la implementación de la JEC, así como los resultados han ocurrido mucho más lentamente de lo esperado, y aunque los puntajes de los grupos socioeconómicos más bajos han mejorado, la brecha se mantiene y que el mayor tiempo escolar no es suficiente por sí solo, sino parece ser más importante la gestión.