Ha sido lector y profesor invitado en varias universidades europeas, también en otras de África y América, como Fez, Rabat, Casablanca, Argel, Brown, New York, Bogotá, México DF, Aguascalientes, Campeche, Durango, Querétaro o Sinaloa, entre otros.
También ha traducido del italiano, el francés, el portugués y el catalán escritores como Herberto Helder, Luiza Neto Jorge, Eugenio Montale, Aldo Busi, Verlaine, o Víctor Hugo.
Ironía, pero también tristeza y ternura caracterizan la mirada inconformista del poeta, que se fija en los aspectos ineludibles de la existencia cotidiana que conforman un espacio hecho a medida de las miserias y grandezas del ser humano contemporáneo.
Eduardo Moga ha destacado la naturalidad del verso, la fluidez con que la palabra más anodina se llena de sentido poético, y también un sentido del humor que no abandona nunca sus versos, incluso cuando la crítica a la sociedad se hace más penetrante.
Sus poemarios han sido prologados por maestros como José Agustín Goytisolo, José Hierro, Marco Antonio Campos, Manuel Díaz Martínez, Antonio Gamoneda, Juan Gelman, Nuno Júdice, José Ángel Leyva, Adnan Özer, Francesc Parcerisas, Paolo Ruffilli o Aldo Ruffinatto.