Jordi Cerdà

La reflexión teórica sobre el arte y su representación constituyen el eje de sus intervenciones.

Al mismo tiempo, realiza filmes experimentales, actividad que será muy productiva en su trayectoria, y crea fotomontajes, performances, acciones e instalaciones.

Como otros artistas conceptuales catalanes, trabaja también con el objeto, herencia del dadaísmo, el pop y el nuevo realismo.

[1]​ Durante los años 80 y 90, su obra se vuelve más reflexiva, especialmente en cuanto a los conceptos de espacio, tiempo, arte y medios de comunicación, tomando fuerza los aspectos puramente lingüísticos.

[1]​ En palabras de la crítica de arte Pilar Parcerisas: "Extremadamente metódico y pulcro en su tarea, su obra constituye un encabalgamiento continuado de relecturas sobre el hecho pictórico, con toda su carga iconográfica y convencional, a veces desde una perspectiva irónica, crítica o de constatación, dejando siempre algún punto sin respuesta para poner a prueba la agudeza del espectador.