Ascendió al trono a los treinta y dos años de edad y reinó durante ocho años.
Para asegurar su posición, mató a sus seis hermanos.
Cuando Joram marchó contra ellos, su ejército huyó frente a los edomitas, y se vio obligado a reconocer su independencia.
Los idumeos lo cercaron, pero aunque Joram logró batirlos y romper el cerco, no pudo recuperar el territorio rebelde.
También Libná se alzó contra el Reino de Judá.
Joram murió en 843 a. C., a los cuarenta años de edad por una enfermedad incurable en los intestinos.
Tiempo después, sus otros cuarenta y dos hijos restantes fueron arrestados en Bet-Equed por Jehú, rey de Israel, y degollados en la cisterna de ese sitio.