En el transcurso del siglo XIV la raza recibió la influencia de caballos árabes.
En los siglos siguientes hubo aportaciones de caballos kazajos, mongoles, turcomanos y Akhal-Teke.
La raza muestra la influencia de la región desértica y semidesértica donde se desarrolló.
Tradicionalmente criados como animales de gran resistencia y con una disposición natural al salto, están bien adaptados a las competiciones modernas del tipo del Concurso completo de equitación.
La región de Turkmenistán fue visitada en el siglo XIX por numerosos exploradores o viajeros que podrían ser clasificados como espías.