Johnny Owen

Debido a que nunca recuperó el conocimiento, cayó en coma y murió siete semanas después.

La ferocidad completa se demostraba al dar un paso dentro del encordado sorprendiendo por su fuerza, tenacidad, energía, elegancia y caballerosidad.

Casi al final el australiano comenzó a mermar y los puñetazos implacablemente lanzados por Owen incrementaron la presión.

Todo esto posiblemente con fundamento y relación a un incidente similar ocurrido en Inglaterra meses antes.

Justo antes del encuentro con Pintor esta fue la única derrota profesional de Owen que fue vengada doce meses después, ante el mismo Rodríguez luchando con bravura por la corona.

Al final de octavo asalto Owen llevaba la ventaja pero comenzaba a reflejar los efectos del castigo físico que parecía mermar sus fuerzas.

Rápidamente el pronóstico del encuentro dio un giro en favor de Pintor quien comenzaba a crecer en perfil.

Owen, quien tenía un cráneo delicado (sin él saberlo), nunca recuperó la conciencia y, a pesar de la extensa cirugía que se le practicó, cayó en un coma profundo.

La develación fue efectuada por el mismo Lupe, quien llevaría en su memoria a este gran boxeador galés.