Como capellán, fue primero a Wittenberg, y luego, desde 1939, trabajó en la parroquia del Sagrado Corazón de Lübeck.
Nunca ocultó su oposición al régimen nazi, que explicitaba en sus sermones.
También se dedicó al cuidado pastoral de los trabajadores forzados polacos, para lo cual aprendió su lengua.
Finalmente, fue denunciado y, el 18 de mayo de 1942, arrestado por la Gestapo, junto con dos sacerdotes católicos de su misma parroquia - Eduard Müller y Hermann Lange - y al pastor protestante, Karl Friedrich Stellbrink, que se había convertido también en un abierto crítico del régimen nazi.
Junto a él fueron beatificados los otros dos sacerdotes católicos y se puso un gran énfasis en el recuerdo del pastor protestante, destacando pues su carácter ecuménico.